jueves, 17 de septiembre de 2020

JORGE SUÁREZ

  


 

Suicida

 

 


Tal vez atisba Dios por la ventana,

tal vez, no sé, pero si al golpe dado

irrumpe desde el cielo amoratado

y sobreviene, luz de la mañana,

no era Dios, no, sólo era el sol. Campana

saluda al resplandor que ha revelado

tu bronce al ojo muerto, rezagado

aquí en la noche no divina, humana.

Aquí en la noche nuestra, en otro plano

sideral que no vemos, una mano

se alza de pronto brusca y todavía,

en otro cielo, en otra esfera ausente,

la mano interminable desafía

la eternidad de Dios, eternamente.

 

 

De: “Sonetos con Infinito”

 

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