El regreso
A José Antonio
Fernández de Castro
El
tren les da las buenas tardes
a los postes del teléfono
que salen
a mi encuentro
con los brazos
abiertos
Ya estoy en la estación y mi ciudad
que acaba de darse un baño
en la ducha del aguacero
con su cabellera
de hilos eléctricos
mojada todavía
me estrecha fuertemente contra su pecho
y me acaricia
con los dedos
de sus calles
Después
entre un grupo de árboles que me acompañan
agitando en el aire sus sombreros
camino lentamente hacia la casa
que con el rostro embadurnado de polvo y colorete
estaba esperando mi regreso
Allí me abrazan todos
Primero
que nadie
mi
perro
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