Un soplo de aire
No
cierres tu mente,
déjala
crecer,
ni
te imaginas lo mucho que sufrí,
solo
con recordarte.
Por
la calle voy,
y en
cada esquina pienso,
ojala
te viera hoy.
Te
abrazaría o quizás no,
nunca
puedes llegar a saber,
como
reaccionaras.
Son
tantas las ganas que tengo,
que
quizás, solo lloraré,
pensando,
en
todo lo que nos hemos perdido.
Como
un clavo ardiente de fuego
ayer
se me clavo,
en
todo el corazón.
Ni
quiero pensar,
que
lo puedas estar pasando mal,
yo
nunca te olvide,
siempre
estuve aquí.
Al
cielo le pido,
que
te haga llegar
estas
mis letras,
que
siempre hablan de ti.
Que
esté libro editado,
cuento
cómo yo te presentí,
y
que tengo guardado
uno
para ti,
para
que lo vivas,
como
yo lo viví sin ti.
Y
que si me necesitas,
no
dudes en acudir a mí,
yo
te esperé, te esperó
y
siempre lo aré.
Solo
cuando Dios
me
reclame,
dejare
de buscarte.
Para
convertirme,
en
tu ángel de la guarda,
para
poder abrazarte,
aunque
sea solo con el alma.
Un
roce de mis manos
acariciando
tu rostro,
es
lo único que pido.
Luego
cómo un soplo de aire
Yo
me iré.
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