afectos
líquidos
(crónica
de beto, enrique y un patito de hule)
I (patito
de hule)
la palabra amor es
imperfecta/ un cúmulo de cuerpos
que han importado más que otros/ silencios largos
donde la vida oscurece
y sólo queda una noche llena
de sangre/ así el beso
entre la mujer y el hombre/ su faena diaria/
así el sexo
entre dios y la fe
que multiplica las guerras
y propaga cráneos
como si fueran semillas de muerte/ así las relaciones
que hacen de su tiempo
un pacto de cuchillos/ el amor
debería ser otra cosa/ algo derramado
y fluido/ un camino
de sal para nombrar
la ruta de las aguas/ una palabra
más precisa/ donde el afecto
no sea sinónimo de dolor/
II
(beto y enrique)
no pondré en la bañera mi corazón
sino mi mano, las ondas
para llegar atento a ti, para poner
una caricia firme
en medio de las gotas y sales,
no pondré más misterios
ni luces ocultas, sólo memorias
como un camino de espuma
que se cuela
entre el paso de los días, navegaré
hasta ponerte el estropajo
como un sol en la espalda,
no pondré más excusas, sólo manos desnudas
donde la piel se arruga
y los huesos se ablandan, diré tu nombre
y tu derramarás la transparencia del mío,
cada sílaba un latido claro
en las aguas, cada sonido
un retazo de luz para detener
la piedra del tiempo,
y en medio, en el sitio
donde nuestros cuerpos se lavan
sus codos y asperezas,
sólo quedará el patito de hule
como un testigo blanco
de lo que un abrazo
entre dos hombres
puede alumbrar
III
(patito)
han hecho del amor
una piedra de sacrificios/ sangre
sobre sangre
en un duelo de dolores/ silencios afilados
para contar
los pasos tambaleantes
de sus huellas humanas/ quizá
amar sea otra cosa
mirarse las manos
sus líneas profundas/ seguirlas
como una raíz que los lleva
a un fruto lleno de lluvia/ quizá
ha hecho falta
que olviden la sangre y las piedras/
que tomen su corazón
y lo expriman/ que formen
con su jugo
una gota clara
que horade
poco a poco
la roca/ quizá
hace falta que el amor
sea otra cosa/ no más sacrificios
ni lanzas oxidadas/ no más clavos
ni silencios
que se acumulan como costras/
sigan las raíces claras
que les surcan las manos
y encuentren el fruto
que florece en sus días/
gota tras gota
la roca se quiebra
y la huella humana
de pasos tambaleantes
comenzará a retroceder/
IV
(beto y enrique)
en ti miro la medida de lo que alumbra:
somos lámparas con el pecho abierto, cera
derramada en el camino oscuro
del tiempo, ¿en dónde multiplicaremos
la luz de nuestras bocas? quizá haga falta un dios
que abra los mares
y nos lleve
por este desierto que nos muestra
sus colmillos, quizá
haga falta un salvador
para que convierta en vino
los dolores que otros nos ponen
en la semilla tierna de nuestros cuerpos,
te miro
y sé que eres,
que soy,
que somos
lámparas con el pecho abierto,
la medida de la luz
nos recorre la carne, quizá
haga falta un cristo
un jehová, un yahvé
o como sea, o quizá
nos mintieron, quizá
hay un dios vivo en nuestra carne
y si multiplicamos los besos
las aguas se abran
y se inclinen
ante nosotros
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