Credo
Creo en el hombre,
exilado
todopoderoso,
buscador
del cielo
creador
del infierno.
Creo
en el engaño,
su
único argumento.
Concebido
por obra
y
gracia del relámpago, nació de
la
mentira virgen, padeció bajo
el
poder del instinto y fue
despojado
de la sutileza.
Creo
en el hombre,
en
su efímera entrega,
en
su amor tejido con espuma,
en
sus palabras de perpetuo aire,
en
sus promesas de niebla,
en
su tiempo sin memoria,
en
la debilidad de su carne
y en su soledad eterna, amén.
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