hablar
por hablar
Con
todo el tiempo por venir
muera
el silencio esta tarde.
Instancia
del vacío
su
misterio rezuma murmullos
cantos
de acertijos,
rumia
incertidumbres
las
vuelve mariposas y las deja volar.
En
su escala al cielo
se
exhibe,
nadie
puede tocarlo,
cuando
acaso lo rozamos
tiembla
arisco como sapo descubierto.
Maná
del anacoreta,
el
silencio transfiere su esencia
a la
arena del desierto
los
arbustos así renacen
a
pesar de la seca,
una
salamandra saca la lengua
abre
los ojos,
calla.
Se
descubre el sapo interlocutor de sí mismo.
Desnudo.
Minucia
arcaica de
dioses,
enlaza.
Rosario
que deja exhausta las griterías.
De:
“ahora que ha llovido”
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