Diestra y siniestra
Aquí
dejo mis manos, al alcance de todos:
sus yemas, sus nudillos, sus dientes apretados,
sus anchos equinoccios y esos montes poblados
por las múltiples formas de la inquietud y el modo.
Si
sudan fuego líquido, si palpan al través
la soledad o el nardo de otra mano desnuda,
si posan a las cámaras para una estampa muda
que funde en sus imágenes el dorso y el envés;
si
claman por caricias o se aquietan, neutrales,
tras pasar como inmensas tataguas agoreras
por los filos del ser; si construyen naciones…
siempre
serán mis manos como absortos cristales
de acomodar el mundo, y a pesar de esa fiera
que acecha agazapada en tantos corazones.
Aquí
dejo mis manos. Que las tome el que quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario