¡Adiós…!
…Abandoné mis lares
marcando rumbo hacia
remotos climas
NÚÑEZ
DE ARCE
¡Adiós,
rincón nativo! Me voy y mi pañuelo
parece una ave herida que anhela retornar,
mientras singla el piróscafo, bajo el zafir del cielo,
cortando la infinita turquesa de la mar.
¡Nunca
podré olvidarte, noble y heróico suelo
de mis antepasados!… No te podré olvidar
ni aún besando a una chica que sepa a caramelo;
ni aún jugando con unos amigos al billar…
¡Pero
al imaginarme que yo no pueda un día
tomar a tu recinto, con qué melancolía
contémplote a lo lejos, romántico rincón!…
Porque,
¡ay! todo es posible, no exótico y extraño,
si el destino de pronto me propina un buen baño
para darle una triste pitanza a un tiburón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario