Invocación
Enfurécete,
enfurécete ante la muerte de la luz.
Dylan
Thomas
el
cielo se apaga
los ojos se iluminan
no
nos perdones nada
cuando
la muerte
no acaba
de expulsar la vida
cuando
el cuchillo
de la noche fría
rebana el arcoíris
no
perdones nada
a los hombres consumidos
de crepúsculo
ven
a descarnar la herida culminante
la ardiente inquietud
de soledad
la
imantación
entre
la herida y la cura
entre
la ceniza errante
y la lengua de los ángeles
por
la gracia de un corazón
al fin despedazado
séanos
posible agrandar
el abismo que duerme en ti
no
nos perdones nada
No hay comentarios:
Publicar un comentario