jueves, 26 de mayo de 2022

ENNIO MOLTEDO

 

 

Hija

 


Todo cambió cuando te cortaron las trenzas. Desaparecieron las cintas y mis manos quedaron solas y ni el aire pudo ya detenerte. Otra música sonaba en tus oídos y otras luces cubrían el espejo. El tiempo ya no transcurría igual como sucede en los sueños.

Porque las flores viven camino de la luz, abrí brazos y puertas y te llevé por pasillos y jardines donde crecían colores nuevos en las hojas de los libros.

Te ofrecí el mismo sillón de mi tiempo -noche y cielo entre papeles- y recordé un poema viejo: cuando brillaba para mí un sol parecido al que ahora te llena los ojos.

 

 

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