jueves, 22 de septiembre de 2022

JOSÉ LUIS ARGÜELLES

 

  

Cementerio de vegadotos

A Aquilino Fernández (Quilino el de Polio), in memoriam

 

 

No pisarás la tierra de esos muertos.

Junto a la noche extensa,

bajo la indescifrable luna,

recuerda sus canciones minerales,

cicatrices azules, el remendado mahón,

la introspección de los inviernos en sus miradas.

 

No pisarás la tierra de esos muertos.

En la frágil orilla de los días,

afirma sólo aquel valor y sus palabras,

lejos de la derrota de los hierros oxidados

por el cansancio de la lluvia y el diente de la ortiga,

lejos de la firmada liquidación de los principios y las obras,

lejos del desamparo de las galerías cegadas

por el lodo del vencimiento.

 

No pisarás la tierra de esos muertos.

Sobre la herencia grave de su desacato,

deja que las raíces busquen lo profundo,

y construyan los pájaros o las hormigas,

que la niebla culmine el homenaje de sus bóvedas

y se suelden los húmeros afines.

 

Descansad.  Descansad, vosotros los guerreros

de los años de sílice y clandestinas lámparas,

cuando el miedo envolvía las páginas y el pan,

cuando los delatores cobraban sus treinta monedas

y grandes coches negros vigilaban las esquinas

desde una ceja, el látigo de los comisarios.

Descansad. Descansad bajo tantos helechos,

al lado de los peces milenarios

y las vacas que pastan mansamente

nuestra desolación y el abandono.

 

No pisarás la tierra de esos muertos,

tú que miras ahora la ceniza del paisaje.

 

 

De: “Protesta y alabanza”

 

 

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