El
cielo de los coches
El
primer coche de mi padre
fue
un Renault 5 blanco
No
tenía cinturones de atrás
pero
mi hermano y yo
nos
sentíamos seguros allí
como
en pocos sitios
Cuando
cambiamos de coche
lo
asumimos con naturalidad
sin
hacernos demasiadas preguntas
Estábamos
eclipsados
por
un nuevo y joven Renault Clio
El
R5 estaba ya
en
el cielo de los coches
Semanas
después
dando
un paseo
nos
encontramos con él
Fue
como ver un fantasma
estaba
sucio
con
dos ruedas pinchadas
y el
morro destrozado
Más
abandonado que aparcado
Pero
allí estaba
no
había duda
M-2477-DL
Todos
nos quedamos en silencio
Definitivamente
el
cielo no existía
De:
“Last Blues”
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