viernes, 14 de octubre de 2022

ROLANDO KATTAN

 

  

Estiajes

 

 

El recuerdo no era un río.
Un trago tal vez campea
embustero por su cauce.
Un poema, con harapos
del caudal. Un beso, como
la muda de una serpiente,
desciende de la montaña.

No reconozco las piedras
en donde reñí a la vida.

Hay pedazos, no paisajes.

El recuerdo no era un río,
el ojo sí fue una grieta
todo se drenó en el llanto.

 

De: “Los cisnes negros”

 

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