domingo, 16 de octubre de 2022

IRENE DOMÍNGUEZ

 

  

Anagnórisis

 

 

He muerto ya tres veces

y a la cuarta el nicho será de oro. La sangre brota, amenazante, cuando salgo de casa sin miedo

la noche en que posees mi cuerpo. Doliéndome, doliéndome,

tiemblo ante la marcha fúnebre de la vida. Estoy fría y tú abres mi cuerpo.

Es una mañana silenciosa de diciembre y ya nada será igual. Ya nada,

me enciendo un cigarro y como si nada.

He muerto

y buscas tu vida dentro de mí. En el cielo mi epitafio:

Poeta y poco más.

He muerto.

He muerto ya tres veces

y a la cuarta el nicho será de oro.

 

De: “Presuntamente nuestros”

 

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