Sin
título
Somos
una parte importante del aburrimiento
de principios de primavera planificando las compras
de montar por la Quinta Avenida en un autobús aterrado por Pascua.
pero
aquí estamos de todos modos, sobreviviendo como una calle húmeda en Agosto
y vigilando a los otros mientras lo “hacemos”, así
tú haces el Oeste por la Calle 8 y compras algo místico que ponerte
y yo simplemente meto las manos en mis bolsillos de pana
y silbo hasta Carter’s a por el cartel que me prometió.
Me
gusta la idea de dejarte por un rato
sabiendo que voy a verte de nuevo mientras los libros aburridos
W. H. Auden, y los horarios de las películas sostienen mi aislamiento
y al mismo tiempo mi mente se sustenta en la tuya así como a mi cuerpo
le gustaría apoyarse en tí en alguna estatua del Central Park
en la jaula del león en el Zoo del Bronx en una cama en Forest Hills en un
autobús.
Llego
a la Tercera Avenida, su tráfico azul, ya sabía que más tarde
o temprano y ahí estás tú en el viento de la Plaza Astor leyendo
un libro y respirando en el aire cada pocos segundos
eres tan
consistente.
¿no
es este día así como de confeti? trozos de carne cálida cosquilleando
mi cara en Saint Mark’s Place y mi corazón latía como un negro
joven
mientras que la profundidad se aproxima por todas partes en el cielo y en tu
tacto.
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