martes, 10 de enero de 2023

CARLOS CALERO

 

 

Deudas

 

 

El silencio de una mujer no se discute, se teme.
La palabra de una mujer no se calla, se anuncia.
El deseo de una mujer no se posterga, se impone.
La ternura de una mujer no se debate, se interna.
La belleza de una mujer no se mata, se salva, resucita.
La espera de una mujer no se pospone, se conquista.
La pasión de una mujer no se agota, se incendia, habita,
porque nunca será ceniza.

 
 
De la antología: “No basta fingir o imaginar que somos tigres”

 

 

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