miércoles, 25 de enero de 2023

MARÍA ANGÉLICA MORENO

  


 

Recuerdo el día
cuando nos encontramos
frente a frente.

Yo apoyaba mis pies
sobre un par de Chuck Taylor,
mientras tú
apoyabas los tuyos
sobre el asfalto caliente.

Las luces de la ciudad
dibujaban figuras abstractas
en tu cara
para disimular
la nostalgia de ser un niño
de casa.

Cruzamos la calle.
Te compré un pan francés
un jugo de naranja.

Con la boca llena,
me dijiste que la vida
no sabía tan mal.

Agradeciste con una sonrisa
y te fuiste con el sol.

Te observé hasta perderte
entre la gente.

En el fondo,
aún
no somos tan distintos.
 
 

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