Epílogo
La
belleza desploma, ataca, despierta
llama como un moribundo y luego se
disfraza huye
Pone obstáculos. Se cuelga precios.
Te engaña.
Es una simuladora.
Es como una mujer fatal.
La poesía.
Y no creo que se siente en las rodillas de nadie.
De:
“Animal cautivo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario