Odisea
Ni
carne, ni pescado, ni deseo:
sin
raíces ni futuro, en el espacio
de
un limbo acogedor en que me veo
sin
quererlo buceando todavía,
en
una espera inútil que no llega
a
cuajar la silueta de mis días,
trazando
la misma elipse en torno
a un
ónfalos que gime lastimero
ajeno
al universo y al bochorno,
navegante
sin cartas ni astrolabio,
fingidora
de diarios marineros
mareando
perdices con resabio,
nunca
fueron mis ansias maternales,
ni
miré el bien y el mal según dictaban
la
costumbre y las leyes terrenales;
nunca
vi mi figura en el espejo
conforme
a una herencia que acatara
la
pauta antigua de mi yo reflejo:
mi
cuerpo como nave futurible,
mi
corazón, severo comandante
de
un amor no propio e incorruptible
que
amamanta un pequeño tripulante,
hasta
que tú llegaste, impredecible
capitana
de mi destino errante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario