Tipa
Solía
ser el amor un mar
solía
ser una mancha incandescente de agua
que
todo lo cubría
y se
presentaba a veces en la forma
de
una ola gigante
espumosa
hosca y resuelta
que
venía
para
solía
ser una ola formidable y ondulada
cabrilleante
hasta
que
de
súbito
quedó
congelada
no
de frío
mucho
menos de hielo
sino
de tiempo
y
loca y cuerda en su congelamiento
esa
ola
se
volvió árbol
una
tipa transfigurada sobre
sí
con toda su estructura catedralicia
para
hacer del mar una raíz
y de
la espuma
una
canopia
ávida
de expandirse sobre lo amado
soy
yo esa tipa
esa
ola detenida y sosegada
que
ya no es ola
ni
caos
ni
amenaza
soy
ese árbol de ramas
que
hilvanan un techo
bajo
el cielo
y te
observa
y te
ve andar por el mundo
y
persigue tu desplazamiento
de
un hemisferio a otro
tu
vacilación sobre el camino
te
ve dar un paso a la izquierda
y
luego continuar hacia la derecha
te
ve disfrutando el paisaje de ese bosque
sorprendida
ola
devenida
fronda
oquedad
y vacío
como
un alma evaporada
del
cuerpo del amor
y
por mucho
o
muy poco que te alejes
sus
ramas se expanden en lo alto
y te
cobijan
mientras
instala troncos en el camino
en
caso de que algún día
quieras
detener tu andanza
y
echarte a descansar
bajo
su noche
con
la espalda apoyada en su corteza
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