Coherencia
No
hay nada más lejano a una palabra
que
lo que intenta decir.
Agónicamente
uno sale
a
buscar una palabra
que
quepa en un verso que encaje
que
fluya tranquila
como
lluvia
techo
canal
tinaja.
Uno
acaba por no encontrarla.
Dice
que sí.
¡Por
repetida se hace la verdad!
Entonces
te
persigue cuando duermes,
te
nombra te tiembla,
te
domestica en el vaivén de los
días
te
caza te asa a fuego lento
tu
carne roja y crujiente
en
el sopor de su encanto.
Despertar
es dejarse
tragar
por la palabra.
La
mandíbula abierta
te
consume en el acto.
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