Gravedad cero
Mi madre
está tumbada en su cama
la
operaron hace varios días
duerme
y su aliento empaña
la
máscara de oxígeno
como
si fuera el casco
de una
pequeña astronauta.
Despierta
y agarra mi mano,
sonrío
y le pregunto
qué
le apetece hacer:
solo
quiero ir a casa, dice
quejarme,
regañar a tu padre
por
comer demasiado,
regañar
al perro del vecino,
limpiar
un poco el salón
y sobre
todo llegar al cielo
mucho
antes
que
todos vosotros.
De: “Un mal de familia”
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