Caso clínico
Soy más mortal que mi
cuerpo.
Vladimir Holan
Me
suturo la boca. Permanezco
En
el rincón más sucio del hospital, con la vista
Al
acecho
En
esta trampa que no existe.
Es
una jaula en falso para cazar ratones,
Con
una mueca cómplice
Para
quien ya nunca regresó de la locura.
Una
camisa de fuerza.
Una
lengua disectada.
Sobre
la mesa de operaciones.
La
enfermedad contagia las rejas del lugar.
El
paciente de la cama vecina,
Con
el culo anestesiado de excremento,
Huele
sus harapos como a una dosis de sedante.
ÚLTIMA
NOTICIA:
“—El
lenguaje ha sido desahuciado—”.
Se
concede al fin el privilegio del silencio.
De: “Escena primordial y otros poemas”
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