A
mi hermano Michele
poeta
y traductor de poetas latinos y griegos, muerto
el
23 de agosto de 2008, a las 21,45 horas, de cáncer cerebral.
(Fragmentos)
DUERMES
desparramado entre las sábanas
con
los pies empotrados en la barra,
resbalando
hacia abajo la cabeza.
A
veces te despiertas y sonríes
cuando
te hablo de yambos y anapestos.
Queda
un rincón en tu cerebro enfermo
para
Catulo y los poetas griegos.
LLEGAR
al veintidós es un enredo
de
pasillos, rincones engañosos.
Me
pierdo fácilmente y me dirijo
al
punto de salida. La enfermera
me
ve titubeante y me acompaña
amablemente
hasta aquel recodo
que
me conduce recto hasta tu cuarto.
Ha
venido esta noche, ha colocado
el
goteo en la barra. Es manitol,
le
calmará el dolor durante un rato.
Se
encoge de hombros, finge desconsuelo,
baja
la cama y pide que le ayude
a
incorporarte: Para que descanse.
Te
acomoda despacio en la almohada
la
cabeza, te acerca el brazo al cuerpo
que
ya no reacciona. Hasta la puerta
la
sigues con tus ojos refulgentes.
Es
muy guapa. Tendrá unos veinte años.
San Marco in Lamis, Italia, 1940
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