Observo
a los transeúntes esperando el ataque en una
guerra
no declarada.
Una
niña sentada en el suelo apoya sus manos en un
par
de botas altas. Pienso en el silencio que dejan
unos
pasos que se marchan.
No
se escucha ningún sonido de la calle
aquí.
El
objetivo soy yo.
Aquí
cerrada.
Mirando.
Tan
expuesta.
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