La
música del recuerdo
Recuerdo
cuando me regalaste la luna llena.
Esa
noche tu cuerpo resplandecía como llamas
y
tus ojos eran más tristes que nunca.
Qué
bello silencio llenaba el ambiente;
y
el olor fresco de tu piel aromaba la estancia.
Siento
que la vida tiene la eternidad que cada uno merece
y
el tiempo se detiene ante cada pensamiento y ante cada latido.
Cuando
llega el amor, es como si el mundo fuese todo música,
como
si las palomas hablaran y los árboles cantaran.
Eres
el ayer encantado, el hoy indeciso y el mañana de esperanza.
Aguardaré
tu regreso como un pastor espera a su oveja perdida
aunque
el cielo me niegue los anhelos más apasionados
y
viva día y noche encerrado en la torre de marfil de mis recuerdos
y
mis lágrimas.
Y
cuando ya no te vea más, allí estará la luna llena,
el
crepúsculo de sangre,
la
canción lejana, el susurro de las hojas muertas,
el
sueño vivido
y
la forma opaca de tu ser hecho melodía y verso.
Cuando
te vayas, siempre habrá una sombra que seguirá a mi sombra.
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