domingo, 19 de mayo de 2013

JULIO ALFONSO CÁCERES





Arquitectura de tu silencio



Un marinero empuja su barco de papel
sobre las aguas bruscas de un mar amotinado…
Las playas de la tarde limitan sus sirenas
y una estrella enmudece sobre el dolor del muelle.

Más allá un tren suicida rompe colinas grises,
pasan desaforadas escuadras de pañuelos,
hay lágrimas rondando tiquetes y estaciones
y besos retardados contra las ventanillas.

Después un soplo aleve consterna el cielo cándido,
veloces pavimentos ruedan bajo los astros;
mientras cortan las hélices los caminos del ángel
al lado de un retrato desfallecen los mapas.

Todo en ti es movimiento sin que tú lo comprendas.
Cuando callas la noche pende de tu silencio.
Al borde de tus labios de ingenuo terrorismo
se asoman los diamantes versátiles del sueño.

Hay un fragor de vinos desatados,
un empuje de dagas y tabernas,
una compacta urgencia de cinturas quebradas
y de sexos tendidos al afán de la carne.

Cállate siempre en lindes de sonrisa,
en esquemas de yerta primavera;
que tu silencio esconde regocijos de níspero
para sembrar colmenas entre mi sangre tersa.

Cállate siempre, siempre…
para que el viaje se haga sin salir de tus ojos.

Detrás de tu silencio de vidrios asombrados,
suben liras dementes hasta el barro de mi alma…


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