jueves, 8 de mayo de 2014

MICHÈLE NAJLIS




 

Cuando todo hiere en lo hondo

 
 
 

Cuando todo hiere en lo hondo

y solo, frente a tu imagen,

la encuentras deformada por espejos ignorados;

cuando las cosas viven ante tu sombra,

cuando tu palabra te parece ajena

y el ritmo de tu sangre huye de tu cuerpo;

cuando tus manos te son lejanas

y no reconoces las huellas de tus pies;

cuando casi olvidas el rostro que se acerca;

cuando no percibes más que superficies muertas;

entonces,

como el salmón,

remonta la corriente

con toda la furia de tu ira.

No desesperes

el agua romperá las piedras.

 

 

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