domingo, 22 de junio de 2014

FANNY CAMPOS ESPINOZA


 
 

La hora del té

 


Escalas sin destino
que se entrecruzan y luego desaparecen
Y yo en este balcón
sin saber cómo salir cómo bajar a la calle
y encontrarte
Sé que por ella vagas vestido de negro
pensando en mí
Y yo aquí
en este balcón de casa tan oscura
vestida de blanco
y sin pétalos ni secos que hacer crujir
sólo cruje el escalón
del cuarto
en penumbras
cuando bajo
a la hora del té
Ahí permanece encerrada la mujer lunática
extraña compañera de claustro
que todos sabemos
mañana morirá
entonces ..morena tomo té con esa rubia
los relojes no avanzan
para su suerte y mi desgracia
los cuadros pendientes de los muros se ríen de nosotras
de nuestros senos descubiertos
sus santos al óleo nos muerden los pezones
mientras tomamos té con valeriana, melisa, y boldo
que aplaque la lívido exuberante
más las dos infaltables cucharaditas de azúcar
que endulce la tragedia
El minutero no avanza
el té nunca se enfría
la muerte no se acerca pero tampoco se aleja
“la medianía diáfana es más atroz que el mismo infierno”
repite ...y repite gritando la rubia loca
mientras yo continúo llorando la desgracia
que es no poder salir a encontrarte
vagando triste por las calles
colmadas ...a más no poder
de mi ausencia.

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