domingo, 6 de julio de 2014

JORGE LUIS MORALES


 

Cacería

 

Bosques, bosques, para la velocidad del viento,
su medida, como asidero de las cosas, su medida,
catafalco explorado, bloques anudados de corinto
y, su contorno, como percances de la niebla.

Diques, en que el tiempo más remoto es ya su cercanía,
y en esquiva balsa, toca el lecho y aun lo expone,
a la vez que augura undosa su distancia.

Rocas,
igual que asistentes a un preludio, encaramadas
a un fuego adentro con su bruma de luciérnagas.

Aconsejadas, van los pómulos recibiendo el aire;
por entre las manos cogidas, crestas hunden su fiereza.

 

 

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