Sonetos
de la Zubia. Nº 38
Cuando
te vas me duelen la mañana,
el ramo de la acacia, el pensamiento.
De tu recuerdo sólo me alimento
y mi memoria sin error se ufana.
el ramo de la acacia, el pensamiento.
De tu recuerdo sólo me alimento
y mi memoria sin error se ufana.
Cuando vuelves, la vida se me aplana,
se achica en ti, ya cotidiano y lento.
Pierdo, sin entusiasmo y sin tormento,
la gana de alagarte la desgana.
Qué
puedo hacer con este vaivén triste
que sólo brilla cuando no apareces
y a la razón y al hierro se resiste.
que sólo brilla cuando no apareces
y a la razón y al hierro se resiste.
Entre
el amor y el desamor se mece:
un amor que marchita y malexiste,
un desamor que vibra y enaltece.
un amor que marchita y malexiste,
un desamor que vibra y enaltece.
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