II
Me
pesan los ejércitos de Atila,
las
lanzas del desierto y las murallasde Nínive, ahora polvo; las batallas
y la gota del tiempo que vacila
y cae
en la clepsidra silenciosa
y el
árbol secular donde clavadapor Odín fue la hoja de la espada
y cada rosa y cada primavera
de
Nishapur. Me abruman las auroras
que
son y fueron los ponientes,el amor y Tiresias y las serpientes
las
noches y los días y las horas.
gravitan
sobre la sombra que soy.La carga del pasado es infinita.
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