jueves, 21 de enero de 2016

DIANA DEL ÁNGEL



  
Viejo bajo el sol




Él no se imagina cómo se alarga el tiempo
cuando acarrea penosamente
fierros y botes a un lado de la obra,
Los albañiles jóvenes, a golpe de pico y pala,
no paran de horadar el viejo pavimento.
El polvo que levantan con su trabajo
se cuela por el pantalón roto
y curte la piel de su cuerpo pétreo.
Se distraen pensando en el baile del sábado
en las muchachas de duros muslos
con su olor a tierra y agua.


Él piensa en que su equipo jugará mañana,
hace años solo pierde,
pero igual beberá una cerveza.
Su cuerpo, alambre retorcido y oxidado,
se tuesta junto a ellos, a la orilla
como un niño no invitado al juego.
Bajo la piel curtida que lo cubre,
aun siente,
la fuerza de su sangre,
que latido a latido, se suma
segundo a segundo, sobrevive
desde hace tantos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario