Díptico
dispar
A Luis Miguel
Rabanal
I.
Sin otro juramento que la propia
intuición, y en concierto tácito
con el presentimiento, acaso aquí
concurra la simbología
del joven obstinado
y el hombre imposible.
II.
El poema, vestigio vivo
del lugar que cercó el empeño.
(Inédito en libro)
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