sábado, 24 de diciembre de 2016

DENNIS ÁVILA



  
El niño entre las olas



El mar apareció
cuando acabó la carretera:
una playa escondida
llamada Punta Ratón.

Arena negra,
viento asfixiado de sal.

Rompíamos las olas
como orugas necias
con las manos llagadas por el agua.

Nos gustaba aquel lugar
que parecía el fin del mundo:
las tardes eran largas
y el sol se perdía
en nuestra ropa abandonada.

Con el tiempo conocimos otros mares
más azules,
más ajenos,
pero este era de bronce
y daba todo por ahogarnos.

Se llama Océano Pacífico
ese mar
que comenzó en el sur.

Su recuerdo
insiste
en cegar nuestros ojos.




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