miércoles, 17 de mayo de 2017

ABEL RUBÉN ROMERO




Comunión



Creen los deseosos,
las bestias de esperanza,
que algún día un hombre hallará
un trago de mil cuerpos sin fronteras
y un sopor de mar entre los muslos;
piensan que algún día un hombre de saliva
calzará luminiscentes lenguas
y abrirá al fin los ojos
y será carne pura su materia,
hombre largo, ancho, deslumbrante,
todo ojos de caricia
refugiado en un fuego sin extremos.
Entonces ese hombre
no tendrá dónde moverse
y será su carne extensa,
y su deseo, satisfecho
y perderá los ojos
y no será nunca más un hombre.



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