Al abandonar Sicilia
Entre la sed de la tierra
Se abre paso el fruto de la semilla
Y las ramas aún dan alimentos vegetales.
Arriba se dispersan las columnas,
Ceden las piedras:
Descenso de un pétreo rebaño.
El día arde inmemorial
En las alturas.
Pronuncia el verano
Un himno de azul celeste
Y la luz aún moja
La espuma del mar Mediterráneo.
De: Erosiones y desastres
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