El acero de Toledo
“ Nosotros no hablamos
“mal” el castellano:
hablamos “otro”
castellano que no es lo mismo”
Las
espadas de Toledo no son las mejores del mundo
si no
aquella templada y oportuna hoja
que me ha
sacado triunfante e ileso
al librar
duelo de valor y filo.
Yo no
Ezpañol aclaro.
Digo
malas palabras con las cuales me hago entender.
Ignoro
las tiránicas reglas del idioma
cuando
enamoro a una mujer
cuando
lleno de júbilo celebro y me embriago
con mis
amigos o cuando puteo a mis enemigos
(Aclaro
no tengo enemigos, yo soy mi peor y único enemigo)
Jamás me
arrodillo ante las severas formalidades de los
grámaticos
de púrpuras togas doctorales. Soy un ortógrafo
Sin
límites. Yo no hablo Ezpañol, ni creo que en Toledo
se forjen
las mejores espadas del mundo.
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