viernes, 3 de noviembre de 2017

DOUGLAS TÉLLEZ



  
Las aguas de Heráclito



Me detengo en las márgenes del río
a contemplar las cambiantes aguas
de Heráclito…
Donde el tiempo pasa arrastrando
sus espaldas entre aristas de pulidas piedras.
Tanto me revelan estas aguas, con la sinfonía
de voces que consigo arrastra.
Rotos espejos donde se fragmentan
los rostros de mis padres y  hermanos.
Mi sombra se tambalea con el lento fluir
de las horas, las hojas se desprenden de los
árboles, igual que nuestros rostros perpetuados
en descoloridas fotografías.
Tercos decimos ser los mismos:
“Mira, no he cambiado, sigo siendo el mismo
de hace 30 años”
Mi rostro más reciente, hace 30 segundos
se diluyó en la corriente.




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