viernes, 15 de diciembre de 2017

ELIANA MALDONADO




La otra mujer



Quizá como la mujer de Lot
sea condenada por mirar atrás
la lujuriosa ciudad en llamas,
quizá mi destino sea ser estatua de sal
erosionada por el viento,
quizá sea condenada por mirar,
por mirarte,
tal vez mis ojos adquieran la dureza de la piedra
y mi color oscuro la blancura del mármol,
todo por la voluptuosidad de tus formas,
la lujuria de tu cuerpo,
Sodoma y Gomorra en un cuerpo de hombre,
yo,
la que miro.





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