domingo, 14 de enero de 2018

ARNULFO VALDEZ OLETA




Aquella mañana          como todas las mañanas
Nada extraño  en las noticias locales
Anunciaron la muerte de un perro
El dueño le soltó la correa                 dicen
El perro se zafó el gaznate     dicen
Que se enredó solo                            sabe
Las manos del dueño quemadas       cuentan
Se acabó el ladrido
El fiel  el buen amigo
Aquella mañana
De aullidos y aullidos
Y no hay perro quien le llore al que murió
Porque ya murieron todos
Y no existe paraíso mejor para un perro
Que la mano de un nuevo dueño
En la mañana como todas las mañanas
Nada extraño  viendo las noticias locales 



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