martes, 9 de enero de 2018

VALERIA GUZMÁN PÉREZ




Cuando el curso migratorio de las aves
se expande en el aire con plumas calurosas
paciente yo, depredadora de emboscada,
el deseo ensalivo.
Bastará la proximidad del vuelo bajo
para ser presa del estrangulamiento.

Pero no te preocupes,
vivirás para escuchar el crujir de tus costillas
y el torrente de tu sangre mientras te engullo entero.


De: “Ofidias”




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