El amor me enseña a no amar
El amor
me enseña a no amar, a abrir la ventana
al
borde del camino. ¿Puedes emerger de la llamada de la albahaca
y
partirme en dos: tú y lo que queda de la canción?
Cualquier
amor es el amor. En cada amor veo el amor, como muerte de una muerte
precedente.
Viento
que se afana en impulsar a los caballos, entre nubes y valles, a su
madre-viento.
¿No
puedes salir del tintineo de mi sangre para que acune este ardiente deseo,
para
que aparte a las abejas de los pétalos de la rosa contagiosa?
Cualquier
amor es el amor. Me pregunta: ¿cómo ha vuelto el vino a su madre y se ha
quemado?
¡Qué
dulce es el amor cuando atormenta y destruye al narciso del deseo!
El amor
me enseña a no amar y me deja a merced de las hojas.
De: “Menos rosas”
Versión de María Luisa Prieto
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