miércoles, 18 de julio de 2018

EZEQUIEL CARLOS CAMPOS





El bien y el mal



Hubo un tiempo en que creía en el bien y el mal.
El demonio, cuando me distraía,
tocaba mi espalda con su dedo
y de pronto tenía ideas malas:
robar dinero a papá,
aventarle piedras al vecino,
tirar comida a la basura
y verle los calzones a las niñas.
Otras veces en que el ángel,
dulce y tierno,
tocaba mi cabeza con lentitud y tranquilidad;
entonces daba una moneda al mendigo,
cuidaba con cariño a mi hermanito,
deseaba ser sacerdote y rezarle a los santos.
A veces quería salvar al mundo,
explotar una bomba, robar un banco,
decirle a mi mamá te quiero
o darle abrazos a mis abuelos.



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