Cédula
Mi
nombre es Abraham:
me
bauticé a mí mismo
con
sangre de gitano compulsivo.
Di de
comer y beber a Los bíblicos.
Juntos
subimos al monte
y en él
dejamos grabada
la
huella de nuestra parábola de viento.
Al
bajar, comenzamos a buscar
la
tierra prometida
y
saltamos enormes lagunas
de
desavenencias.
Entonces,
nos hicimos mayores
y
salimos de fiesta por cada casa
y de
estrella por cada noche.
El
silencio ha sido mi arma,
pero he
hablado mucho.
Tuve
los guantes del poder
y los
perdí con creces.
Los
amigos no hicieron caso omiso
de la
ley de mis palabras.
He
decidido sacrificarlos.
Subiré
al monte
y
llevaré un cordero
que los
sustituya.
Los
lloraré en silencio.
En ese
silencio que no es el olvido.
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