El ferrocarril
A lo
largo de los rieles de hierro,
Plod aún con su poder jadeante,
Range sigue los senderos vacíos
Hora tras hora;
Mirar fijamente sigue donde se cierne
Cada esqueleto de señal,
cuyos brazos tímidos prohíben
O te
invito a seguir, cuyas lúgubres lámparas gobiernan las tinieblas
con riguroso rojo o verde.
Olvídate de los soleados
caminos de tu casa entre
Primrose y violeta,
tus campos de centeno iluminados por la brisa ...
Tus gavillas doradas
olvidan: olvida, o muere.
Plod aún con su poder jadeante,
Range sigue los senderos vacíos
Hora tras hora;
Mirar fijamente sigue donde se cierne
Cada esqueleto de señal,
cuyos brazos tímidos prohíben
O te
invito a seguir, cuyas lúgubres lámparas gobiernan las tinieblas
con riguroso rojo o verde.
Olvídate de los soleados
caminos de tu casa entre
Primrose y violeta,
tus campos de centeno iluminados por la brisa ...
Tus gavillas doradas
olvidan: olvida, o muere.
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