lunes, 22 de abril de 2019

VERONICA PORUMBACU





silencio 



Nunca me han visto 
Tu nunca sientes 
No tengo la voz clara del acelerador 
llamando al asalto de la ciudad. 
Solo soy el calor de la imagen 
lo que el soldado lleva en la espalda. 
No soy la orquesta rica en violeta, ni el órgano. 
Hago eco en la sala de conciertos 
después del último aplauso, y las luces 
raramente contando, regocijándose de su alegría. 
No llueve la primavera con monstruos extraños, 
el aire es respirado por la primera hierba 
y puesta de sol en la caída de la última hoja. 
No soy la pasión 
quien grita por un momento - 
Soy lo que queda del amor, 
la pequeña poesía sutil de lluvia pequeña y segura. 
No soy la gran cosa en mis manos 
perlas nacaradas. 
Hay silencio donde ladran en lo profundo 
las palabras todo.



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