viernes, 18 de octubre de 2019

YEMIRA MAGUIÑA



  

Tra il cigarette e la mie pelle



Y el sol de hoy se asemeja a las canciones depresivas
que nos llevaron a desnudarnos distraídos
entre el humo del cigarro y la ilusión de la inmortalidad.

Somos un desorden admitido para ser libres,
para mirarnos cualquier otra mañana en una juguería,
para reírnos de nuestros cursis episodios sin nosotros con otros.

Y ahí estamos,
cuando termina la rutina del trabajo sudoroso
al que nos acomodamos desde hace años
para pagar las cuentas, porque crece la familia.

Una vez estuve enamorado, dijiste,
acariciando con ternura mis veintitantos años.
Hace mucho que burlamos las convenciones morales
que nos amputan la paz.
Y nos reímos, ahí, entre el humo, por tanta libertad desparramada,
por tanto que no se había gritado hasta entonces en ningún otro lecho ajeno.

No nos sentimos dueños ni esclavos en el destello del placer,
nos lanzamos al vacío o al todo del universo
y nada nos prohíbe mofarnos de esa caída inevitable.




No hay comentarios:

Publicar un comentario