Lo
que los periódicos omitieron
Mamá
jalando a nuestro pastor alemán
fuera de las puertas del pórtico antes de destrozar
las
ventanas para salvar a la tortuga: carbonizada,
antes de que el rescate estuviera completo.
Papá
corriendo en calzoncillos sobre el zacate
luego abierto de brazos y piernas, empalidado en el césped.
Mi
hermano llorando, llorando mientras los vecinos se detenían
con los ojos muy abiertos y murmurando
luego
esa última llamada para mí
desde el otro lado del océano:
Traé
el fuego con vos.
Dejá el resto atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario