lunes, 23 de agosto de 2021

CITLALI SANTOS

 

  

Origen

 


Desgajé el vientre de mi madre
con el crecimiento de los huesos tiernos.
Ocupé su cuerpo a mi entero placer
deshaciendo su entraña para crear la mía.
Comí de su carne.
Bebí de su sangre.
Y al llegar a los nueve meses
sus tripas, llenas de hartazgo y hambre
abrazaron mi cuello verde.
Entonces fue necesaria la herida.
Durmieron a mi madre (Eso la haría olvidar)
y entre la blanquitud enferma nombraron su dolor, su mutilación, mi nacimiento.
Fue el pellejo quien aprendió a mirar la rajada con amor.
Ha sido mi madre, sobreviviente
la que ha tenido que reconocer
a esta criatura voraz y dolorosa, como su hija.

 

 

 

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